Forever

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domingo, 9 de febrero de 2014

Capitulo 5-Un viaje tres años atrás


Me quedó helada, un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Las lagrimas asoman por mis ojos, vidriosos. Intento aguantar, pero es imposible. Por muy fuerte que intente ser, esto siempre me ha superado. Mis padres murieron en ese vuelo, y yo soy una de las supervivientes. Me ha costado mucho olvidar lo trágico que fue ese día para mí. Llevo tres años pensando que todo lo ocurrido, fue un simple accidente de avión, pero resulta que fue un accidente provocado.
Katy ve que estoy llorando, me abraza, y yo me ahogo en sollozos. Ella empieza a acariciarme el pelo suavemente, desahogo toda mi impotencia, y todo el dolor que llevo acumulando todo este tiempo. Consigo calmarme, y me duermo lentamente, noto como Katy me acomoda en la cama y me tapa con el edredón.
No quiero despertar, quiero cerrar los ojos para siempre. No tener que ser fuerte, ni aguantar tempestades; tampoco quiero seguir escuchando que tengo que afrontar los problemas con una sonrisa, porque realmente no es verdad. A los problemas no se les tiene que sonreír, se les tiene que dar una patada y mandarlos lejos, pero hay veces que te dejan sin fuerzas y no puedes hacer nada para defenderte. Solo consigues caerte en el intento, y es entonces cuando te vas hundiendo, y llega un momento en el que piensas que es imposible salir del agujero en el que estás atrapada. Puede que no sea así, que simplemente tengas que buscar la salida, pero llevo tanto tiempo buscándola, que se agotan mis ganas de seguir luchando.
Mi tía habrá escuchado la noticia, pero ella nunca ha tenido el valor de hablar conmigo sobre aquel día, prefiero que sea así.
Mi único confidente es César, él es a la única persona a la que le he hablando de ese día. No tengo valor ni para contarle nada a la policía, no me siento capaz. Rompería a llorar nada más empezar a hablar.
Recuerdo lo contenta que estaba de que por fin íbamos a ir a Brujas, una ciudad preciosa de Bélgica. Recuerdo perfectamente el momento en el que nos subíamos al avión, yo iba caminando alegremente delante de mis padres con mi maleta roja de viaje. En aquel entonces tenía bastante ropa y era muy mona, no era tan descuidada con mi estilo. Mis padres, se querían mucho, eran una pareja feliz, orgullosa de la vida que llevaban, de la familia que tenían y de todo lo que habían conseguido. Mi padre era un hombre muy trabajador ,pero le dedicaba a su familia todo el tiempo del mundo. Nosotras éramos su pasión, mi madre y yo. ¿Qué decir de mi madre? Ella me educó y me enseño cosas que nunca seré capaz de olvidar. Nunca fui a un colegio de pequeña, todo me lo enseño mi madre. Se llamaba María, era castaña , tenía mi mismo pelo; y era una mujer guapísima. Me hubiera gustado parecerme más a ella.
Nosotras siempre estábamos discutiendo, si no era por una cosa era por otra. Hoy en día cuando recuerdo algunas de nuestras peleas, me asombra la paciencia que tenía conmigo. No era consciente entonces, de que realmente yo estaba equivocada, y mi madre siempre llevaba razón, cosas de la adolescencia.Teníamos mucha confianza, podía contarle casi todo a mi madre, con ella no era nada cerrada. Sus consejos siempre me ayudaban a elegir el camino adecuado, no me arrepiento de ningún paso que di a riendas de mi madre. Y realmente, aunque nunca hable de ella, si que la hecho de menos. Muchísimo. Y daría lo que fuera por cambiar ese día, y poder tenerla a mi lado, en los momentos en los que no se si estoy haciendo lo correcto o en los que no tengo fuerzas para seguir adelante.

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