Me despierto y son las tres de la tarde. Es domingo, me
he tirado toda la noche dando vueltas, Katy ha dormido conmigo, pero ahora no
está en la cama. Habrá salido a hacer los recados. Me levanto de la cama con
pensamiento de ir a comer algo a la cocina. Bajando las escaleras, apagada,
después de la noticia de ayer, recuerdo mi quedada con César para ir al río.
Ostras se me había olvidado por completo, lo he dejado plantado. Se habrá
quedado un montón de rato esperándome en los olivos. Joder que tonta soy.
Bajo al salón acelerando mi paso, y mi tía no está. Entro
en la cocina y cojo una manzana. En la nevera hay una nota:
*Tengo que ir a casa de Carmen, cuando te despiertes come
algo, y si vas a salir rompe la nota, para yo saberlo. Te quiero cariño.*
Mierda, seguro que estarán hablando de las noticias de
ayer, César se habrá enterado también. Ahora no puedo ir a ver a César, me
moriría de vergüenza. Mejor me quedo en casa.
Me siento en el sofá y veo aparecer a Katy por la puerta,
viene cargada con bolsas de la compra.
Se le cambia la cara completamente al verme sentada en el
sofá. Estoy con una cola desecha, con los pelos de recién levantada. Llevo
puesta una sudadera que me dejo César una noche que hacía mucho frío, es ancha
de color negra con algunas letras en burdeo y unos viejos pantalones de chándal
rojos que usos siempre de pijama. Tengo que tener unas ojeras enormes de tanto
llorar.
Katy saluda efusivamente al reaccionar, se dirige a la
cocina a guardar la compra contándome su viaje de aquí a la tienda.
-¿Sabes qué? Me he encontrado en la plaza a la zorra esa
con la que me peleé por quitarme mi taquilla. Y ha hecho como si no me conociera
la muy...
- Déjala , no merece la pena. Le digo con media sonrisa
en la cara.
- Te veo bien.
- Si perfectamente, será por las ojeras que tengo.
- Has dado en el clavo, son las ojeras, te favorecen.
- Jajaja vale ya me has hecho reír, ya puedes parar de
darme conversación e irte a estudiar, que lo estás deseando.
- Pero bueno ¿enserio crees que me gusta estudiar? Me
gusta mi carrera , pero estudiar para los exámenes no me hace ninguna gracia,
te lo aseguro.
- Te tiras el día pegada a los libros, te acabará
gustando.
- Y tu pegada a César, te acabará gustando también.
- Dios. No empieces con eso ahora. Te he dicho mil veces
que lo nuestro es una relación de hermanos, nada más. Y así va a ser siempre.
- Claro, yo podría ir para psicóloga ¿sabes?, solo
mirándote a los ojos cuando hablas de César, se que te gusta.
-¿Pero qué dices? Tú estás tonta.
- Solo digo que quien se pica ajos come...
Nada mas soltar esa frase sale corriendo escaleras para
arriba.
-¡Me voy a estudiar!- Me dice muerta de risa.
-¡ Como te pille te enteras.!
Salgo corriendo detrás de ella, pero sube las escaleras
con tanta velocidad que se me quitan las ganas de perseguirla hasta su cuarto.
Me quedo a medio camino, pensando lo que ha dicho de que siento algo por César.
La verdad es que ni yo sé si realmente siento algo más por él.
Decido no darle más vueltas a eso. Es mi menor problema
ahora mismo. Katy ha conseguido que me olvide de lo que me lleva abrumando toda
la noche durante uno minutos, pero ya esta rondando en mi cabeza una vez más.
El accidente de avión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario